10/07/2025
Por el Dr. Ezequiel Ridruejo
Durante el primer semestre de 2025 se registraron 69 casos de hepatitis A, con esas cifras, el país alcanzó casi el mismo número que los reportados en todo 2024, cuando se habían confirmado 70 casos de la enfermedad, según el Boletín Epidemiológico Nacional.
Entre 2019 y 2023 se reportaron entre 20 y 55 casos, con un promedio de 31. En 2021 se había registrado un mínimo de 10 casos, y en 2022 el pico fue de 55.
Antes de que la vacuna se incorporara al Calendario Nacional de Vacunación en 2005, el virus de la hepatitis A era la principal causa de insuficiencia hepática fulminante en menores de 10 años en el país. A partir de ese año, la aplicación sistemática de una única dosis a los 12 meses de vida logró modificar el panorama: la tasa de contagios descendió drásticamente y Argentina pasó a ser considerada un país de endemicidad baja.
Sin embargo, desde hace más de una década persisten brotes intermitentes que afectan a adultos jóvenes, en particular varones de entre 20 y 39 años. Los picos se observaron en 2009, 2012, 2014 y 2018. Las cifras de 2025 vuelven a ubicar al país en una situación de riesgo.
Esto coincide con un aumento de casos reportados en Europa: 2097 casos.
En 2025, Eslovaquia reporto 880 casos, Hungría 530, República Checa 600 (principalmente en niños, incluyendo 3 muertes), y Austria reporto 87 casos y 3 muertes, superando el número de reportes de casos de todo el 2024.
La seroprevalencia de anticuerpos HAV en Argentina es variable, dependiendo de los grupos etarios y la fecha de los estudios, especialmente después de introducida la vacuna en el calendario nacional. Esta oscila entre 53 y 59% en menores de 35 años, y alrededor del 69% en mayores de 35. La prevalencia en otros países de Latinoamérica es muy variable y depende de la disponibilidad o no de la vacuna.
El virus de la hepatitis A se contagia por la ingesta de agua o alimentos contaminados con materia fecal o por el contacto estrecho con personas infectadas. No se trata de una enfermedad hepática crónica, como ocurre con la hepatitis B o C, pero puede desencadenar complicaciones graves, especialmente en adultos no vacunados. El cuadro más severo es la hepatitis fulminante, una complicación infrecuente que compromete la función hepática de forma repentina y puede derivar en la falla en el funcionamiento hepático y requerir un trasplante.
Dado el alto porcentaje de población susceptible en la región, es fundamental reforzar las campañas de vacunación y reforzar las medidas de prevención:
Referencias:
Boletín Epidemiológico Nacional: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2024/04/comunicacion_epidemiologica-hepatitis_vf.pdf
Nota de prensa: https://www.ecdc.europa.eu/en/news-events/ecdc-releases-risk-assessment-actions-needed-address-spike-hepatitis-cases
Ré VE, Ridruejo E, Fantilli AC, Moutinho BD, Pisano MB, Pessoa MG. Hepatitis A in Latin America: The current scenario. Rev Med Virol. 2024 Jul;34(4):e2566; https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/rmv.2566